viernes, marzo 11, 2011

Las 4 estaciones de Vivaldi

La primavera.
1er mov: Típica, grandiosa, mil veces oída, mil veces vista, mil veces sacada a pasear por la placita. El tema se repite para que no queden dudas. Después dos violines se juguetean como dos moscas a punto de fornicarse. [1'10''] Florecen en coreografía los árboles y los hongos. Algo aparentemente trágico se anuncia, y un violín se queja, puro espamento, no pasa nada grave, como un niño, el tema se hace menor no más y cae la noche fresca, hermosa de primavera, el eco del día queda resonando.
2do mov: En un colchón de cuerdas, un violín se retuerce de lamentos de amor.
3er mov: Amanece de nuevo como es de esperar, como también llega cada año la primavera, el sol atravesado rebota decidido entre rocas y yuyos y despierta a las hormigas, ranas, osos, culebras y los demás y les dice que la vida es hermosa pero que no les dura mucho más que mientras estén en su presencia.

El verano.
1er mov: Pesado y sudoroso, como una noche de enero en Mendoza. Las cosas y los ratos se apelmazan, cuesta caminar. Chispea y el ánimo se levanta, los insectos tienen motivos para vivir, pero el hastío siempre vielve. [3'00''] Amenazan las nubes, el aire se mueve y se activa la respiración de los sonámbulos.
2do mov: Entierro de un recién nacido. Se marcha sin ganas con la vista en el suelo que pasa lento hacia atrás, con dolor en el vientre. Las opciones de imposible futuro del difunto se anuncian de a ratos, persistentes y extorsionan el ánimo.
3er mov: La tormenta explota, pasan los siglos, las frutas se pudren, las semillas se ahogan y a los mortales se les mezcla el sudor con las lágrimas.

El otoño.
1er mov: Las hojas se doran como si eso tuviera algún sentido. Salen de los espacios publicitarios, de las cortinas de programas de radio, y se van cayendo, una a una, al suelo. [1'11''] En el suelo hay alimañas que aprovechan a alimentarse de las hojas antes que tengan que hibernar. [2'10''] Las termitas dominan la tierra, devoran los árboles, muebles y casas de gobierno. El violín es cómplice. Observa. Y acepta. [3'28''] Un anciana (otro violín) sufre por la pérdida de su jardín. Sus quejas llegan a las nubes y en el olimpo los dioses debaten su sufrimiento. Se burlan y siguen bebiendo vino tinto a merced de las termitas.
2do mov: Una mantis religiosa pasea entre los despojos y a su camino encuentra seguidores de su cuento carismático. Todos nos enamoramos hipnóticamente de ella..
3er mov: Marchan las raíces por debajo de la tierra, a reconstruir el mundo. Dos violines llevan el estandarte de la gloria y resurgimiento ingenuos. Como un rompecabezas arman el planeta, acostado y plano como un rompecabezas armado.

El invierno.
1er mov: De a una se congelan las cosas, salvo el aire, que se agita agudo y tiritando hace escabullir los pensamientos de los ateridos. Hasta que despiertan lúcidos como nunca más después.
2do mov: ¡Cómo se luce hasta el césped después de una helada! El sol platea la escarcha y la humedad es lírica entre las ramas suspendidas en tiempo y lugar. Algo de hielo se derrite y cae en gotas que no se evaporan nunca.
3er mov.

jueves, marzo 03, 2011

Artes mayores

Dice el erudito decepcionado: Ni García Lorca en palabras como las que dice el viento que dice a la niña, deja que levante tu vestido para verte. Ni las rimas seductoras de unos quevedos. Ni el mismo Cervantes, con su Quijote, un par de veces disfrutado. Ni la fuga de Bach esa, no me acuerdo en qué tonalidad, ah cómo me gustaba estudiarla. Ni la prosa de Saramago, Melville, o Carpentier, de las de música perfecta. Ni una trompeta de Davis. Ni un aranjuez de Rodrigo. Ni el poema de Girondo. Ni la historia de la filosofía. Ni el big bang. Ni las ciencias que no entiendo y admiro. Nada.
Nada. Es tan cautivadoramente sublime como esta palta que me estoy comiendo.


Fin de un día

La noche llega
y me trae la negación de todas las cosas.
Después la negación y hasta las cosas se van.
Y sólo queda la noche.