martes, noviembre 24, 2020

7 poemas gatunos

 Gato de metal

 

Aunque luzca frío y duro
de piel de hierro forjado
cuando sale de la estufa
es blando y tierno este gato.
Se cobija entre las brasas
y sale después de un rato
con su cuerpo al rojo vivo
hacia tus piernas maullando
pero que no se refriegue
hasta que quede templado,
no le tires mucha agua
que va a quedar oxidado.
Y cuando algo lo enoja
rechina su piel de estaño
erizada en alfileres,
¡no vayás a acariciarlo!
 
Las noches de luna llena
luce su perfil plateado,
el atardecer lo pinta
de cobre y bronce dorado,
y durante el mediodía
es como un sol duplicado
que cuesta entender su forma
porque enceguece mirarlo,
después viene calentito
a acostarse en tu regazo,
vamos a ver cuánto tiempo
resisten el peso tus brazos.
 
Si se mete en la cocina,
por los rincones husmeando,
todos los imanes vuelan
y se los lleva pegados.
 

 
Gato de arcilla

Juega, salta y corre en charcos,
cultivos, huertas y chacras,
chapoteando en la humedad
de las zanjas llenas de agua
entre vides y olivares
que resguardan tierra blanda.
Cuando se sube a los árboles
se camufla con las ramas
y desde ahí bien confiado
a las hojas cree que caza
aunque nomás las salpica
de barro con cada zarpa.
Le encanta acostarse al sol
y si mucho se relaja
dormido se va cociendo
de la cola a las pestañas,
después cuando se despierta
no puede flexionar nada.
Lo tengo que remojar
y modelarle las patas
u hocico o alguna oreja
que quedó resquebrajada.
Ronronea agradecido
mientras de nuevo se arma
y cuando se siente entero
va a retomar sus andanzas.
 


Gata de hielo

Mi mascota es especial:
es una gata helada,
de brillante piel de nieve,
de estalactitas, sus garras,
ojos tan fríos y grises
que te hiela su mirada,
y cada vez que maúlla
flotan gotas congeladas.
De día duerme en el freezer,
por la noche se levanta
y sacude su pelaje
salpicando escarcha blanca.
Es mimosa, no se crean,
pero hay que estar abrigada
con campera, gorro y guantes
cuando se pone en tu falda,
ronroneando muy feliz
si le acariciás la cara.
Y si se suelta un bigote,
lo echás en la limonada.

 

Gato de lana


Mi gato gordo de lana
ronronea suave y bajo,
con un tono de pelusa,
soltando maullidos blandos,
y me abriga todo el cuerpo
como si fuera un gran manto,
aunque sólo se acurruque,
apretado entre mis brazos.
Cuando está muy juguetón,
tengo que ir a vigilarlo
porque ya le pasó un día
que se le enganchó del árbol
la puntita de la cola
y se destejió bajando
y cuando llegó hasta el suelo
era un gran matete blanco.
Viendo la maraña suelta
y sin poder controlarlo,
quiso cazarse a sí mismo
y se enredó más jugando.

 

Gato bidimensional
 

Una línea en un papel
hoy me dio por dibujar
con la forma de un gatito
que se salió y se fue a andar.
¡Era un trazo, nada más!
 

Se levantó de la hoja,
como para ir a cazar,
se agazapó sigiloso
contra la pared al ras.
¡Si era un trazo nada más!
 

Bien arriba divisó
un clavito sin usar
en donde había una mosca
dormitando muy en paz.
Tan ágil y concentrado,
sin dejarla de mirar,
saltando por los ladrillos
llegó rápido al lugar
y la comió de un bocado
sin siquiera saborear.
¡Era un trazo, nada más!
 

Se relamió re orgulloso,
viendo de qué era capaz;
la mosca desde la panza
casi se pone a llorar,
cuando vio que estaba envuelta
¡por un trazo, nada más! 

Y se escapó hacia el costado
dejando el gatito atrás.

 

Gato microscópico

 
Este es un gato minúsculo
como un granito de sal
o de azúcar, hasta incluso
un día mi abuelo Oscar
casi lo tira al café
porque no lo vio saltar
derecho a la azucarera
como a una liebre un jaguar,
persiguiendo una mosquita
que se acaba de escapar
de otro de estos poemas
que están escritos acá.

 
Este gatito minúscu­­lo
se trepa al gato normal,
como en un frondoso bosque
por su piel va a incursionar
y ve con hambre a una pulga
que de tamaño es igual
a este gatito. Yo pienso
si este gatito, además,
tendrá en su piel otro gato
que lo vaya a despulgar.
Y si el gato de la casa,
el que duerme en el sofá,
es a su vez cazador
sobre otro gato más,
¡el tamaño de esas pulgas
ni me quiero imaginar!

 

Gato infinito

Se supone que los gatos
están siete veces vivos
salvo este que está acá
porque es un gato infinito.
No nació ni murió nunca
sino que está siempre vivo,
ni una ni siete: todas
las vidas y muertes hizo,
y aunque parezca mentira
ser vivo y muerto es lo mismo,
ya que en un estado y otro
está a la vez nuestro amigo.
Es gordo y flaco a la vez
y a la vez es feo y lindo,
y en cuestión de espacio y tiempo
es grande y a la vez chico.
Y cuando a la vez se acuesta
en un sillón y en el piso,
igual de despreocupado,
está a la vez sucio y limpio.

Ya ha andado por todos lados
y solamente de un brinco
llega de mi falda a júpiter
sin perderse en el camino.
Sus patitas son tan largas
que al mismo tiempo el felino,
con una pisa mi casa
con otra la del vecino,
con otra toca la luna,
con la cuarta cada litro
de agua de todos los mares,
lagunas, lagos y ríos,
con la quinta ataca un piojo
y con la sexta un pingüino,
con la séptima un dragón
que solo existe en un libro,
¿un gato de siete patas?
¡que es infinito ya he dicho!
¿Se pueden imaginar
cómo suena su maullido?

viernes, noviembre 20, 2020

Acertijo 8

 ¿Qué es lo que al tenerlo se te escapa,
que una vez inventado ya no existe,
que lo dejes u olvides no te insiste,
y te abandona cuanto más te atrapa?

Que es creador de insomnios, adictivo
peligro, falsificador de metas,
el que a las turbulencias deja quietas
y que a los indecisos da motivo.

Mejor  temerle a este criminal
que obsesionarse con el espejismo,
hay dos respuestas que valen por igual
(estando acorralado es lo mismo
dónde caer), decí vos cuál es cuál.
Uno: el futuro, el otro: un abismo.