jueves, marzo 26, 2020

Día de la memoria en aislamiento

Fuiste al jardín de verde necesario
a los ojos, a las pupilas anchas,
neblinosas, en ellas superpuestos
los deseos negados, los cumplidos,
las fantasías no admitidas, monstruos,
pesadillas, enojos adictivos,
sueños ardientes, fuegos; los vencidos
sueños resignados, tal vez retornen
necesarios como el verde a los ojos
y, retornados, limpien las pupilas.
Saliste del reflejo de tus ojos
(que no podrías ver sin artilugios,
así que es ficción tuya tu mirada
y tu creación cómo mirás el mundo),
agradeciste ese infinito en pausa,
saliste del reflejo y maldijiste
a quienes violentaron tu infinito,
y en tu carne no cabe la venganza
y en soledad las luchas no se eternan
y en un rincón eterno hablaste sola
y esperaste que te oigan en los ecos
y oíste vos los ecos incendiados.
Fuiste al jardín, miraste el mundo verde,
tantos tonos, absurdamente muchos,
tuviste tiempo entonces de inventarle
a cada uno un universo nuevo
para tus ojos hechos por los siglos.
Arderá la memoria y su ceniza
será semilla, espina, raíz, fruta.
No sé ni a cuál ni cuál es la que escribe ahora.