lunes, febrero 17, 2020

Acertijos

1.

Quiero dejar acá una adivinanza:
no es de este mundo ni de fantasía,
quién sabe si inventó la brujería
de poder ir atrás mientras avanza.
A quien lo ignora aplicará venganza
y a sus hijos ya muertos tiranía,
de tu respiro es un macabro espía,
y burlador de tu desesperanza.
Asesino que mata hasta a la muerte,
un infinito preso en su vocablo
al que le desconfían fuerza y suerte.
Para aplacar dolor sirve el diablo,
y aun se aburre cuando se divierte.
No tardaste. Del tiempo es de lo que hablo.


2.

Pienso otra cosa sobre aquel asunto
del enigma del cauce inasible,
despóticas corrientes e invisible
su pretérito auténtico o presunto.
Del perdón la enemiga y su esclava,
es la otra manera del olvido,
simulacro del libro que leído
se hace más ella que ella misma. Clava
el mito que contaron o inventamos
en suelo y vicio de melancolía.
Sos los que fueron y con los que vamos.
A veces encendés noches, y al día
das excusas, tormentos o reclamos,
memoria, aliada de la rebeldía.


3.

En un sentido de intestinos huecos
de bestia hambrienta, eterna, adicta cosa
a sueños, dudas, perdición furiosa
donde no hay voz más guía que los ecos.
Quise seguir por donde iba cuando
vi lo que dejé atrás allá adelante
y el futuro allá atrás, yo tan pedante
no deshice los pasos que fui dando.
"Soy presa de misterios y de enigmas
y de incógnitas y de azar", pensé.
Ya quisiera excusarme en el recinto
que saca a las locuras sus estigmas,
y no esquivar respuestas que ya sé:
que yo misma y en mí soy laberinto.


4.

Compite por el podio de grandeza
y de inicio y de azar y de ilusoria
cifra justa de puntos en la historia
con dios, la muerte, el tiempo. Siempre esa
manía obligada de la duda
de cuál es cuál y cuál ha sido invento
del otro. O su sueño. Fue un intento
frustrado de un augur, fue espada aguda
hoy sin perfil ni faz. Caos plural
cuya memoria única y total
se acumula en un vértice, en un verso.
Algo que a nuestros miedos es inmune.
Nunca podremos perturbar la impune
voz del inverosímil universo.


5.

Con la superstición oscura y obvia
y la grotesca dignidad supuesta
de ineludible y figurada siesta
llego a la tan forzada claustrofobia.
Lujo de mármol, la mansión solemne
que vale igual que el polvo o que el anónimo
campo perdido. Lúgubre seudónimo
de libertad pacífica e indemne.
La calma abarca más de lo que abarca
la duda, y el respeto se hace miedo,
no encontré tantos sitios donde puedo
reírme de mí, y escéptica la parca
se ríe del absurdo cautiverio
porque ni es casa suya el cementerio.


6.

Un punto que es mil formas y es esfera,
un mapa de un mensaje intraducible,
un texto de memorias ilegible,
un estruendo que muere y aún espera.
Contiene en uno la totalidad
eterna de los puntos, no el del ciego.
Es de todos y no es de nadie, el fuego
fue su madre, o mejor, la oscuridad
y fue su padre el tiempo. Están unidos
el pasado de ya extinguido foco,
el futuro de extenso sino, y poco
queda para el presente, torpes ruidos.
Todo en una misma adivinanza inmerso
te sugiero otra vez el universo.