martes, diciembre 03, 2019

Laberinto

En un laberinto ni se sale ni se entra,
se intestina
sin dirección deambulosamente
tampoco se pierde o se gana,
en ese afán egocéntrico de jerarquizar
y el tiempo...
ah... no voy a hablar del tiempo, ese maldito símbolo despótico inmaterial demasiado banalizado o lo contrario y puesto en demasiadas formas.

...qué sabe el laberinto del tiempo.

Ya quisieras que ese laberinto exista
para cubrir tus excusas de locura
y desorientación
y de pérdidas de tiempo,
pero qué sabe el laberinto del tiempo.
Qué lástima que no hay ecos en mis pies
sobre el suelo abismal de los intestinos
que creí los míos.

Así es como cuando consigo salir
me caga a mí misma mi lógica.