La rambla del Riachuelo un laburante
de Alpargatas paseó seguramente,
los helechos le brotan por su frente
abandonada, la fábrica distante.
La loba del Lezama allá adelante,
y de peor animal un presidente,
y ahí mismo en la calle duerme gente
enfrente de la catedral pedante.
Los adoquines, la lluvia y el frío,
Pirilo, muzarella sin cubierto,
el candombe, la sangre del domingo,
un barrio a la ex orilla de un río,
la feria bien contenta a cielo abierto
con los euros queridos de los gringos.