sábado, octubre 05, 2019

Soneto 50&50

Cuando escribo poesía me gusta:
masticar mientras, palabrear durante,
adverbiar o eso otro, contar
sílabas con los dedos como un piano.
Degustar las palabras once veces,
hacerlo mantra, canción o plegaria
de sonido, de imagen y silencio.
No me gusta: fingir y caer bien,
no entender lo que digo, quedar corta,
que me importe pensar en quien lo lea,
mentir mis ideas, forzar la rima.
Ésta no cumple nada y no me importa
porque sólo de hacer se me babea
el hipotálamo de dopamina.